Si a tu madre has perdido
y ello a ti te entristece;
reza por ella te pido,
es lo menos que merece.
Si tú, madre aún tienes
y quererla puedes todavía;
fíjate bien si la hieres
para no sufrir algún día.
Nunca te has de arrepentir
de haberla querido tanto,
pero mucho tendrás que sufrir y grande ha de ser tu llanto,
y grande ha de ser tu llanto,
si pudiendo hacerla reír
le diste pena y quebranto.
JOSE RAFAEL ALUZ